Arcilla blanca para un cuidado natural
La arcilla blanca es un mineral natural extraído de las montañas de Marruecos. También se le llama arcilla de caolín porque proviene de la familia de minerales del caolín. También se le puede llamar rhassoul o rassoul. La arcilla blanca se utiliza en cosmética y farmacología porque es conocida por sus propiedades cicatrizantes, antisépticas, antiinflamatorias y limpiadoras. Constituye un cuidado natural para pieles frágiles, secas e irritadas así como para cabellos secos.
Los beneficios de la arcilla blanca en la piel.
Son muchas las virtudes que ofrece la arcilla blanca. Cura heridas, alergias e irritaciones cutáneas, ya que posee cualidades suavizantes y limpiadoras. Elimina las impurezas del rostro manteniendo la hidratación y suavidad de la piel. Ella es capaz de curar y limpiar el enrojecimiento y las espinillas de la cara. La arcilla blanca también se utiliza para el cuidado antiarrugas, ya que contiene elementos necesarios para aportar fuentes de juventud a la piel, como sales minerales, hierro, zinc, silicio, magnesio, potasio, calcio.…
Las virtudes de la arcilla blanca en el cabello
Se puede utilizar como mascarilla para cabello seco y dañado. Repara el cabello agrietado e hidrata la fibra queratina para dar volumen, brillo y flexibilidad al cabello. La arcilla blanca también se puede utilizar contra la caspa.
Consejos y recomendaciones de uso
La arcilla blanca no tiene fecha de caducidad; solo necesita almacenarse en un ambiente seco. Además, no debe manipularse con utensilios de metal, ya que pueden destruir sus cualidades y propiedades. Por tanto, sería mejor prepararlo con utensilios de madera.
Uso sugerido
Mezclar la arcilla con agua mineral hasta obtener una pasta fácil de esparcir. Aplicar sobre la piel o el cabello y dejar actuar durante 10-15min. Es aconsejable no dejar secar la arcilla para evitar la tirantez de la piel.
Ingredientes
Caolín (Arcilla Blanca) BP, sin colorantes, perfumes ni conservantes. Almacenar en un lugar seco, alejado del calor y la luz.
