Que la piel se vuelva más fina y más delgada forma parte del proceso de envejecimiento natural.
La exposición excesiva al sol es un gran enemigo de la piel, ya que la reseca y la hace más gruesa, así como una mala alimentación, así como el fumar que hace que el oxígeno de la piel disminuya haciendo que merme la buena circulación sanguínea
La hidratación es fundamental para mantener la elasticidad de la piel, debes usar crema de día y de noche, aplicar mascarillas nutritivas para las arrugas y usar aceites, como el aceite de rosas. Entre sus usos más populares están los tratamientos para reducir las estrías, la celulitis, prevenir arrugas, regenerar los tejidos y desintoxicar la piel.
El aceite esencial de rosas es tradicionalmente calmante y estimulante y tiene increíbles propiedades antiinflamatorias y calmantes. También puede servir para la prevención de cicatrices, tratamientos de capilares e incluso para aliviar el estrés. El aceite de rosa es una gran aliado para tu piel gracias a su poder regenerante, astringente, cicatrizante, tonificante, antiséptico y calmante. Además, su aroma actúa con relajante, es antidepresivo y potencia el bienestar tanto físico como mental.
El aceite de rosas es de los más valorados dentro del mundo de la cosmética, pues contiene una gran cantidad de propiedades beneficiosas para el cuerpo.
