Este aceite suele verse en muchos cosméticos y cremas porque actúa como limpiador. Es hidratante y tonificante, de manera que sirve como importante antiarrugas. En este caso, pueden hacerse tratamientos faciales y corporales, además de masajes para que la piel respire y esté mucho mejor.
A la vez, en los masajes sirve como elemento para relajarse y obtener bienestar. Mientras que lo podemos usar como quemador de esencias, aceite y más en casa. Obtendremos un buen aroma en diversos rincones de la casa. Su olor también ayuda a aumentar la concentración y neutraliza los olores desagradables.
El aceite de limón de limón también posee cualidades desodorantes. Ayuda a limpiarnos y puede aplicarse directamente, tras el baño, en axilas o manos y puede sustituir a muchos agentes químicos para ayudarnos a oler bien durante todo el día. También puede ser una buena crema para los pies. Posee poder drenante y propiedades tonificantes, estimulando la circulación sanguínea, lo que lo convierte en un estupendo anticelulítico y producto para combatir las piernas cansadas. Para ello combinaremos unas gotas de aceite de limón con un aceite vegetal, como el de almendras dulces, aplicándolo con suaves masajes circulares.
Este aceite es perfecto para las pieles grasas, con o sin acné. Debemos mezclar 1-2 gotas de este aceite en nuestra crema hidratante habitual y notaremos su efecto en pocos días.
Se trata de un excelente regenerador celular, que favorece la cicatrización. Se utiliza para disminuir cicatrices como las del acné o manchas de la piel. Para ello, se diluyen unas pocas gotas en agua tibia y se aplican compresas, empapadas en la mezcla, en la zona afectada.
